Yo también me habría unido al juego de hermanos y habría introducido mi perno en el apretado visón de la chica. ¡Se me erizan los pómulos de placer al imaginarlo!
Ella también es gorda.
Para los tres el sexo fue una prueba de fuerza, y puedo decir que tanto la rubia como la morena estuvieron a la altura de la prueba, demostrando al tipo su capacidad de complacer. Impresionado por la inquietud del tipo, que trabajó todos los agujeros, sin prestar atención a los gritos de las putas. La pose de la morena con las piernas hacia arriba fue la que más impresionó: con tanta facilidad y agilidad el culo del tipo rebota, y la polla conoce su propósito.
Me pondría sus tetas en la boca.
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